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“Siempre pensamos en ponerle lo mejor de lo mejor a nuestros productos”

Flavio Jessen es uno de los gerentes de Kokken, una empresa que en su planta de Ingeniero Maschwitz fabrica cocinas industriales de alta gama y parrillas a gas y eléctricas. La “obsesión” por la calidad, el boom de ventas en pandemia y la búsqueda de nuevos clientes fuera del país.

Su fábrica está en el barrio Lambaré de Ingeniero Maschwitz. Como metalúrgica abrió en la década del ’80, se hacían desde bicicletas hasta sillas de ruedas, pasando por un sinfín de productos. Hoy en Kokken -palabra que en danés significa “cocina”- trabajan 12 personas, que por mes producen unas 120 cocinas industriales de alta gama y 80 parrilla a gas y eléctricas.

Flavio Jessen (48) se sumó en forma parcial en 2012 para darle una mano en lo comercial a su amigo del secundario Pablo Gulino, quien dos años antes había empezado con la fabricación de cocinas. Jessen trabajaba en una consultora multinacional que le demandaba viajar e instalarse por largas temporadas en diferentes países de América. Cuando en 2015 lo trasladaban nuevamente decidió dedicarse full time a Kokken y se convirtió en uno de los tres socios, junto a Pablo y su hermano, Sergio Gulino.

En las primeras épocas abrieron un showroom en Martínez, sobre la calle Paraná, y empezaron a vender por Mercado Libre. Luego fueron por más, mejorando la gama de productos para apuntar a un público en específico: el que está dispuesto a pagar por calidad Premium.

“Es un público que valora algunas características especiales, como la piedra refractaria entera, que no se fabrica en Argentina -la tenemos que importar-, la puerta parrilla y la manta mineral. Somos uno de los dos fabricantes en el mercado que usa ese sistema de aislación en vez de lana de vidrio, para proteger bien los muebles, los pisos y todo lo que está alrededor de la cocina. Tiene patas regulables en altura, rejas de fundición y garantizamos robustez y durabilidad”, detalla el empresario. Además, señala que los productos se destacan por su agradable diseño. De esta manera, buscan darles a sus cocinas características diferenciales que otras no tienen. 

A pesar de ser una cocina industrial, la llevan muchos amantes de la gastronomía, que, como dice su slogan, quieren cocinar como profesionales… Si bien siempre hubo gente interesada en elaborar platos deliciosos, el auge de los programas de TV dedicados a la cocina y el hecho de que los cocineros sean considerados hoy en día celebridades, fue un gran espaldarazo para Kokken. Y más en pandemia. “Tuvimos un boom de ventas, tanto que no llegamos a abastecer todos los pedidos. El hecho de estar adentro y no tener otros gastos hizo que muchos se dedicaran a arreglar la casa”, revela Jessen.

Por su parte, las parrillas eléctricas se convirtieron en el producto estrella, ya que sus diversos modelos y tamaños permiten ubicarlas fácilmente en quinchos, galerías, balcones y terrazas.

-¿Cómo manejaron el negocio durante 2020?

-El mercado se movió de forma extraña, porque faltaban insumos y tuvimos que pagar costos altísimos, pero la gran demanda lo justificó. Hoy, el escenario no es el mismo. En un año de elecciones, donde en general el público es más cauto en sus gastos y unas ganas que se vienen postergando de salir de vacaciones, hacen que la venta esté mucho más tranquila. Si a esto le sumamos las medidas que toman los grandes jugadores de la industria, que están inundando el mercado con productos baratos y de baja calidad, hacen que el público que se “estiraba” para comprar un producto de mejor calidad, hoy lo piense dos veces.

-¿Es difícil producir con buena calidad en Argentina?

-Es muy difícil, y es un tema que abordamos todos los días. Lo más complejo es el aprovisionamiento de insumos. Hay productos que directamente no se fabrican en Argentina y que nos gustaría poder incorporar, como burletes de tela siliconada o alguna perilla que vemos en los mercados norteamericanos o europeos. Siempre pensamos en ponerle a nuestros productos lo mejor de lo mejor. Muchas veces traer cosas de afuera es complejo por un tema de escalas y de volúmenes que una Pyme no maneja.

-¿Y qué pasa con las cosas que sí suele haber en el país y no se encuentran o aumentan de precio?

-Todos los días recibimos suba de precios de alguna materia prima. Por ejemplo, desde fines de 2019 a hoy, el acero inoxidable aumentó casi el doble en dólares. Sin embargo, y por un tema coyuntural, nos vemos obligados a mantener las listas de precios yendo contra nuestros márgenes. La pandemia no solo afecto la salud física y psíquica de la gente, claramente dejo muchas secuelas en lo económico también. Parte de los aumentos en productos importados tiene que ver con los problemas de logística que se generaron a nivel mundial por la falta de transporte e inclusive de containers. Esta problemática aún nos sigue afectando e impacta directamente en nuestros costos.

-¿Pensaron en exportar?

-Lo tenemos muy presente. En 2019 fuimos a Expo Cruz, que es una feria gigante en Santa Cruz de la Sierra, en Bolivia, nos fue genial. Exportamos poquito, unas 10 cocinas a Santa Cruz y Oruro. Sobre el final de año ellos tuvieron problemas políticos, después vino la pandemia y el tema de comercio exterior quedó frenado. También salimos favorecidos con un Programa Federal de Exportaciones. Nos dio la posibilidad de hacer un análisis exhaustivo sobre exportaciones en América y llegamos a la conclusión de que los lugares más fáciles para nosotros serían Uruguay y Paraguay por un tema de que el producto es pesado, ocupa volumen. Hubo que comparar más un tema de costos de logística que de capacidad de compra. Perú, México y Estados Unidos son países más propensos a importar productos con nuestra posición arancelaria, pero con costos logísticos mucho más altos.

-¿Cuáles son los planes para el futuro?

-Seguir creciendo como lo hacemos desde 2015. En la Argentina ser fabricante es un gran desafío y está en nuestros ADN tomarlo y hacer lo mejor cada año. Vamos a seguir tecnificando la fábrica y profesionalizando la estructura de planta y administrativa. Definitivamente queremos exportar en forma sostenida y también seguir ampliando nuestro portfolio de productos. Nuestro objetivo es que Kokken acompañe a nuestros clientes en todo el espectro de una experiencia gourmet.