Desde 2016, FAEN -Fábrica Argentina de Envases- está radicada en Loma Verde, tras una década en Pablo Nogués. Pero su historia comenzó en Belén de Escobar hace 70 años, cuando Sigisvaldo Completa y su familia llegaron desde Castelli, un pueblito del interior de Italia. Corría el año 1948, era la época de la posguerra y, como tantos otros, vinieron a América en busca de un futuro mejor.
Llegaron sin nada, pero llenos de expectativas y proyectos. Pusieron todas sus energías en La Filomena, una fábrica de macetas de barro. Así trabajaron a lo largo de 30 años, hasta que en la década del ´80 la empresa dio un giro e incorporó el plástico a la fabricación de macetas. Más tarde se sumó un nuevo producto: el balde plástico industrial para el mercado de la pintura. De esa forma comenzaron a incursionar en esa gigantesca industria.
Ana Completa (61) y Domingo Completa (63) son los hijos de Sigisvaldo, quien falleció muy joven. Ambos se formaron en la empresa familiar, hasta que decidieron tomar un camino propio. Así crearon FAEN, una pyme hoy con 120 empleados y con 2 unidades de negocios en el rubro plástico: inyección y soplado. Fabrican baldes industriales de 1, 4, 10, 16 y 20 litros y bidones de 20 litros, en ambos casos de plástico y bioplástico biobasado.
En su gran mayoría abastecen al mercado nacional. Y en menor medida a Uruguay y Chile. La participación de mercado es del 22% para los baldes y del 16% para los bidones, detalla Ana, quien es vicepresidenta de FAEN.
Cuando imaginaban cómo sería la planta propia que construirían a la altura del kilómetro 58 de la Panamericana Ramal Escobar, veían espacios internos verdes, paneles solares, ventilación cruzada, todos pequeños detalles que los llevarían hacia una forma de trabajar más sustentable. “Fabricamos envases plásticos de un solo uso y esta premisa nos llevó a recapacitar, repensar nuestro negocio y buscar mitigar el impacto ambiental que generamos con nuestra actividad”.
El primer paso fue un diseño de oficinas más amigables con el ambiente; el segundo,incorporar la sustentabilidad como estrategia de crecimiento y transversal a todas la operaciones y decisiones de la empresa. La consultora en sostenibilidad Urban Elements guía a FAEN en este camino de transformación y aprendizaje.
Desde 2017 y en forma consecutiva, todos los años presentan el Reporte de Sustentabilidad.
En FAEN utilizan un programa de economía circular donde se reduce, reutiliza, recicla y recupera materia prima e insumos en distintos procesos industriales. “El problema no es el plástico en sí, el problema es qué se hace con el plástico que se fabrica, se usa y se tira”, explica. También tienen un programa de logística inversa de pallets mediante el cual compran una cantidad determinada de pallets y, en lugar de tirarlos una vez usados, los clientes los devuelven para ser reutilizados. “De esa forma se evita comprar permanentemente. Es un beneficio económico, porque se deja de gastar dinero en pallets, y un beneficio ambiental, porque se evita la tala de árboles. El año pasado, solo por esta acción en 5 clientes, se dejaron de talar 700 árboles”.
En el mismo sentido implementaron una línea verde de envases que se compone de 4 programas:
- Envases de bioplástico biobasado que proviene de fuentes renovables. En este caso utilizan el bioplástico proveniente de la caña de azúcar que, a diferencia del plástico fósil proveniente del petróleo, generan la mitad de huella de carbono.
- Envases con un porcentaje de material recuperado o reciclado. De esa forma, todo ese plástico vuelve a insertarse al circuito productivo.
- Envases 24% más livianos, consumen menos cantidad de materia prima y, como consecuencia, menos plástico va al relleno sanitario. Esto implica un uso más eficiente de los recursos, con las mismas prestaciones y al ser monomaterial se facilita su recuperación.
- Bidones tricapa, donde la capa interna y externa son de plástico virgen y la capa del medio estaría compuesta por la recuperación del material de bidones vacíos y que ya fueron lavados
En cuanto a cuáles son las claves para el éxito de una empresa moderna, Ana Completa asegura: “Hoy en día las empresas no deben buscar solamente un beneficio económico. Una empresa es mejor cuanto más rentable sea, cuantos más beneficios aporte al ambiente y mejor impacto social genere en la comunidad”.
Para que todo esto pueda funcionar como un engranaje perfecto, es fundamental la colaboración no solo de la empresa sino también de los clientes que compran estos productos y de políticas públicas que acompañen y estimulen estos desafíos. “Necesitamos que se comprometan con las acciones de sostenibilidad. Somos pioneros en la industria del envase plástico industrial en tener esta mirada”.
Por segundo año consecutivo, FAEN obtuvo la calificación Oro en ECOVADIS, una plataforma internacional que mide el desempeño ambiental de las empresas adheridas. FAEN está hoy entre las 1.750 empresas más sustentables del mundo.
Asimismo, en 2017 la compañía adhirió al Pacto Global de Naciones Unidas para trabajar en diferentes ODS, Objetivos de Desarrollo Sostenible. Y este año se ocupa de medir la huella de carbono organizacional para ir reduciendo las emisiones que genera su actividad en conjunto.
En cuanto a la acción social, recientemente se unieron al Programa Empujar -Empresas Unidas por Jóvenes Argentinos-, que se ocupa de aportar herramientas de inserción laboral a adolescentes y jóvenes de entre 18 y 24 años en situación de vulnerabilidad.
Hoy FAEN está presidida por su CEO Leandro Completa, Domingo Completa es el presidente y Ana Completa la vicepresidenta.
“Estamos muy orgullosos de haber creado esta empresa familiar y esforzarnos permanentemente en derribar aquel mito de que es muy difícil trabajar con los miembros de la familia. De hecho, Catalina Biglieri, de la Consultora Urban Elements, forma parte de la familia y recientemente se ha incorporado Paula Biglieri como responsable de Marketing”.
“Para mí es muy lindo, un desafío sumamente enriquecedor. Fue maravilloso haber podido fortalecer el vínculo familiar a partir de este proyecto empresarial. Creo que también es un muy buen ejemplo para nuestros hijos, para las generaciones que siguen, para las familias que forman parte de FAEN y para nuestra sociedad. Se puede trabajar con la familia siempre que haya compromiso para siempre aportar valor a la empresa. Queremos dejar un legado de respeto hacia nuestra tierra, nuestra gente y la familia”, concluye Ana, una empresaria con conciencia social.